¿Por qué mi perro no ladra?

El ladrido de los perros es una de las formas mediante la cual se expresan nuestras mascotas. Pese a que nuestros cachorros se comuniquen en otro idioma que aveces no podemos descifrar, el ladrido siempre nos brindará

Causas por las cuales mi perro no ladra

Que nuestros cachorros no ladren no implica necesariamente un problema. Hay veces que nuestros perros son silenciosos debido a que tienen una personalidad más callada o pertenecen a una raza que por naturaleza es más silenciosa que otras. No obstante, la ausencia del ladrido, en muchas otras situaciones puede significar un problema. Estos problemas pueden ser psicológicos o relacionados con alguna enfermedad o lesión. Por este motivo es de suma importancia que sepamos cuales son los motivos y las razones por las cuales un erro no ladra. A continuación te nombraremos las principales causas:

  • La naturaleza de la raza
  • El Efecto «luna de miel»
  • Personalidad del perro
  • Malas experiencias vividas
  • Lesiones provocadas por collares
  • Causas médicas

El ladrido no es el único mecanismo de comunicación que utiliza nuestro perro. Pueden intentarse comunicar con nosotros por medio de aullidos, gruñidos e incluso por medio del tacto. A continuación te vamos a explicar detalladamente cada una de las causas por las cuales puede presentarse en tu cachorro la ausencia de ladridos.

Naturaleza de la raza

La raza a la cual pertenece un perro es uno de los principales factores que puede darnos una respuesta a porque nuestro perro no ladra o porque ladra menos de lo normal. Por naturaleza, hay razas caninas que tienen una personalidad más calmada y una forma de comunicarse distinta a la de la mayoría de los perros. Las razas que tienden a ladrar poco son las siguientes:

  • Basenji: Los Basenji son perros que tienen expresiones comunicativas diferentes al de la mayoría de los perros de otras razas. Estos se comunican principalmente por aullidos que tienden a ser prolongados y muy agudos. Su aullido es muy parecido al sonido de una campana en movimiento. Tiene una explicación esta particularidad de los Basenjis y es que sus cuerdas vocales son muy similares a las de los lobos.
  • Rottweiler: El caso de los Rottweilers es diferente al del Basenji. El Rottweiler es un perro bastante hiperactivo. Esta hiperactividad de la raza hace que no sea común escucharlo ladrar. Los Rottweiler, son perros que tienden a ladrar más, cuando están aburridos y no mientras juegan o corretean.
  • Gran Danés: Uno de los perros más grandes que existen y a su vez uno de los perros más tranquilos que podremos encontrar. Si tenemos un Gran Danés que no escuchamos ladrar a menudo, hay muchas posibilidades de que esto se deba a la tranquilidad característica de la raza.
  • Labrador Retriever: Los Labradores retrievers son perros cariñosos que disfrutan de jugar y divertirse con sus amos u otros animales. Una de las características principales de esta raza, es que son muy poco ladradores.
  • Terranova: Otra raza que tiende a ladrar poco y nada. Aman el agua, disfrutan de la compañía de niños pero si los escuchamos no va a ser por un ladrido.
  • Pug: Una raza muy pequeña de tamaño y bastante tranquila. لعبة الروليت في الكازينو No tienen ausencia de ladrido, pero si son de ladrar muy poco. Igualmente en determinadas situaciones, pueden sorprendernos y ladrar de forma excesiva.
  • Bulldog Francés: El Bulldog francés es un perro tranquilo con un ladrido muy poco frecuente. Por eso, junto al Pug se recomiendan para aquellas familias que viven en apartamentos. Por sus tamaños y su tranquilidad.

Efecto «Luna de miel»

Cuando adoptamos un cachorro, independientemente de si era un perro de la calle, un refugio o algún criadero, adaptarse al nuevo hogar no siempre es una tarea fácil para el animal. Incluso todos los perros tienen, más amplio o más corto, un período de adaptación. شركة المراهنات bwin Tengamos en cuenta que están cambiando completamente su ambiente antiguo por uno nuevo y desconocido. Con el pasar de los días y las semanas el can va a ir tomando confianza, tranquilizándose y vinculándose con los integrantes de su nueva familia. Es normal que en estos períodos, nuestro perro tenga una completa ausencia de ladridos y solo lo escuchemos llorar o aullar.

Este proceso de adaptación se lo conoce bajo el nombre de «luna de miel». Es un proceso que puede llevar de una semana a algunos meses. Cuando el proceso de adaptación o de luna de miel llega a su fin, nuestro perro volverá a ladrar y mostrar su personalidad completamente. Sin ningún rasgo vigente de ansiedad. Debemos tener muy en cuenta el sitio en el que lo adoptamos ya que este puede revelarnos algunas causas sobre la ausencia del ladrido. Por ejemplo, si el perro viene de otro hogar, puede haber asimilado que ladrar es sinónimo de un reto y haber reprimido inconscientemente el ladrido. Estas experiencias traumáticas se solucionan con un buen adiestramiento a base de amor y cariño.

Posibles enfermedades

Si el período de luna de miel ya ha pasado, no es una raza que por naturaleza sea poco ladradora y la ausencia de ladridos sigue vigente deberemos investigar otras posibles causas por las cuales esto ocurre. Cuando tenemos dudas sobre si hay un problema que está imposibilitando su ladrido, lo primero que debemos corroborar es si el perro intenta ladrar y no puede hacerlo o simplemente no le apetece. Esta tarea es un poco complicada para alguien que no es experto en el tema. Si no lo logramos descubrir por nuestra cuenta deberemos llevar a nuestro cachorro a un veterinario. El especialista veterinario podrá observar el caso y determinar con mayor precisión las causas que producen la ausencia de ladrido. Algunas posibles causas médicas que imposibilitan el ladrido de nuestro perro son las siguientes:

  • Está afónico por haber ladrado en exceso con anterioridad.
  • Problemas en el sistema respiratorio del perro que le impiden que ladre.
  • Cuerdas vocales afectadas.
  • Vómitos frecuentes y trastornos en el metabolismo del can.
  • Lesiones generadas en la zona de la traquea o laringe. Esto impide que pueda ladrar con normalidad.

Cuando nuestro perro tiene alguna de estas complicaciones médicas, son muchas las señales que nos va a dar el perro. Notaremos que hace un intento por ladrar y no le sale el sonido, que vomita frecuentemente, lo notaremos agitado. Siempre la solución que mejores resultados da es llevarlo ante toda duda a que lo observe un especialista.

Personalidad del perro

Así como podemos encontrar humanos que hablan más o menos que otros, lo mismo ocurre con los perros. Hay razas que son más ladradoras que otras y hay ejemplares dentro de una misma raza que por su personalidad y vivencias se les da más ladrar que a otros. Esto va más allá de las características naturales de cada perro. Más allá de que hay razas que por naturaleza tienen las cuerdas vocales que les impiden el ladrido y se limitan a aullar como el Saluki.

Además de lo mencionado, hay razas que tienen la particularidad de tener una personalidad más calmada o tranquila como el caso de los Loberos Irlandeses. Por lo tanto, si a estos perros ya les resulta costoso o rara vez se alteran, es normal que ladren poco salvo que la situación sea conveniente.

Esto que acabamos de mencionar no implica que los perros que ladran menos son poco comunicativos. Solamente que tienen otras formas de expresarse y entregarles un mensaje a quienes lo rodean. Si tienes ganas de lograr una mejor comunicación con tu mascota te recomendamos que leas nuestro artículo «Cómo comunicarme con mi perro». Aquí obtendrás tips y recomendaciones para que ambos logren comunicarse con mayores resultados. بيت365

Lesiones provocadas por el collar

Una de las posibles causas por las cuales un perro no puede ladrar es que tenga lesiones causadas por algún collar. Las lesiones provocadas por un collar ocurren en perros que son nerviosos y brutos y suelen tironear mucho de la cuerda con la cual se los pasea. Este tironeo constante termina causando lesiones en la zona del cuello, más precisamente en las cuerdas vocales del can.

Si nuestro perro tira constantemente de la correa cuando salimos a correr o a pasearlo debemos tomar medidas de inmediato para evitar que dañe sus cuerdas vocales. El tironeo constante termina ocasionando irritaciones en la garganta y en la laringe del perro. Lo mejor y más rápido que podemos hacer para evitar que esto ocurra es cambiar el collar por un arnés cuando lo paseamos.

Otras soluciones son relacionadas con el adiestramiento, hay muchas técnicas que se pueden utilizar para acostumbrar a nuestro perro a no tirar de la cuerda cuando se lo pasea. La más utilizada en la actualidad es la de cambiar la dirección en la que se está yendo cuando el can tironea de la correa. Esto, si se hace de forma constante genera una asociación en el perro. Que cuando tira de la correa su amo rotara y se dirigirá en la dirección contraria a la que el quiere ir.

Malas experiencias

Otro posible factor que esté perjudicando el ladrido de nuestro perro son las malas experiencias pasadas. Es común que en muchas ocasiones no sepamos cual es el pasado de nuestro perro. No sepamos si este ha sufrido de algún maltrato o asimile el ladrido con algún castigo. Esto ocurre con muchos perros que son adoptados de grande y ya han vivido en algún otro hogar o perros que han vivido en la calle.

Si nuestro cachorro ha sufrido de algún tipo de maltrato y asimila el ladrido con un castigo, tiene solución. Con paciencia y amor podemos revertir esa asociación errónea que le impide ladrar. Con tiempo y amor, van a ir pasando los días y nuestra mascota irá recuperando su ladrido lentamente. Tratar con un perro maltratado puede ser algo complejo, pero no es imposible.

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