Todas las Razas de Perros es un blog canino que nace para difundir información veraz y de calidad sobre todos los perros del mundo. Aquellas que son de raza y también aquellos que son mestizos. Aquellas razas que existen en la actualidad y aquellas que lamentablemente ya no nos acompañan. Nuestro objetivo principal es brindarles información sobre el cuidado, la alimentación, la salud, el adiestramiento, la ejercitación y la higiene que requiere cada perro. También les brindaremos reseñas y recomendaciones sobre que productos usar en cada casa en particular y les enseñaremos algunos datos sobre la historia u origen de cada raza, curiosidades y características físicas y de personalidad que tiene cada una de ellas.
Clasificación de las razas de perros
Los perros de raza pueden ser clasificados de varias formas. Las más utilizadas en el mundo canino y en las que nos centraremos nosotros para organizar el contenido de esta web son las clasificaciones por tamaño y por función. La clasificación en cuanto a tamaño tiene como referencia el peso y la talla promedio de cada raza. La clasificación por función, es la que utiliza la FCI o Federación Cinológica Internacional y agrupa las razas teniendo en consideración los trabajos y funciones originales que cumplía cada raza.
Clasificación canina por tamaños
La clasificación de razas caninas por tamaño toma de referencia el peso y la talla promedio de los ejemplares que la componen. Esta clasificación cuenta con cinco grandes grupos. Las razas gigantes, cuyos ejemplares tienen un peso superior a los 50 kilogramos. Las razas grandes, en donde el peso oscila entre los 25 kilogramos y los 50 kilogramos. Las razas promedio o medianas cuyos ejemplares pesan entre 14 kilogramos y 25 kilogramos. Las razas pequeñas que varían entre los 5 y los 14 kilogramos y las razas más pequeñas de todas que son las toy cuyo peso es inferior a los 5 kilogramos.
Clasificación canina por tipo o función
La clasificación canina por tipo o función toma de referencia el uso que se le daba a cada raza de perros históricamente. Son más de 500 razas que existen en la actualidad. La FCI reconoce 343 razas de perros y las estructura en 10 grupos.
Una vez puestos en tema sobre la cantidad de razas caninas que conviven con el humano y son reconocidas por las diversas federaciones caninas llego la hora de poner énfasis en un suceso importante. ¿Quién llegó a quién? ¿Alguna vez se han preguntado si fue el hombre el que llegó al perro o fue el perro el que llegó al hombre? A continuación daremos un breve resumen histórico sobre este suceso. Sobre como se comienza a formar esta gran amistad entre los perros y los humanos y sobre como surgieron las razas.
¿Cómo surge la relación entre el perro y los humanos?
Las razones y motivos de como el perro llegó al humano y de cómo el humano al mismo tiempo llegó a la vida del perro han sido motivo de muchísimas discusiones, teorías, especulaciones y conjeturas a lo largo del tiempo. Para comenzar a explicar cada una de estas teorías, debemos tener en cuenta un dato. Los perros conviven con el hombre hace muchísimos años. Hay estudios que aseguran que hace más de 30.000 años. A su vez, también es importante considerar que el comportamiento y la estructura de los canes tienen sus orígenes en sus ancestros silvestres, los lobos.
Teniendo en cuenta estos datos podemos empezar la explicación de lo que se supone que ocurrió y de como el humano y los perros se hicieron amigos inseparables. Konrad Lorenz, un eximio Premio Noble de Medicina por sus estudies en conducta animal en 1973, aseguraba de forma errónea que el perro derivaba del chacal y del lobo debido a su estirpe y ubicación planetaria. Pocos años más tarde retiró sus afirmaciones y en un acto honorable reconoció su error para pasar a afirmar que los antecesores de los perros eran los lobos.
Una de las posibles teorías que gira en torno al surgimiento de la relación perro-humano, es la que se conoce como Teoría de la Impronta. Impronta, Imprinting, Troquelado o Impresión, varios nombres se le han dado a esta teoría. Es una teoría conocida como darwiniana pura y planteada por Lorenz en uno de sus libros. En ellos explica que el hombre prehistórico vagando por los campos tropezó con un cubil repleto de cachorros de lobo y que lejos de reaccionar violentamente se enterneció. Llevó a los canes a la cueva en donde convivía con otros humanos y una de las mujeres amamantó a los cachorros. Es ahí donde ocurre la impresión de la imagen del ser humano como imagen materna sometiéndose a él. Así lo explica Lorenz en sus libros.
«Casi por casualidad, el hombre encontró en diferentes lugares y oportunidades cachorros de lobo que imprimieron la imagen humana como la de su especie materna. Es así como surgieron los perros»
Konrad Lorenz
La teoría habría cerrado si se complementaba afirmando que los múltiples e hipotéticos casos ocurridos en diferentes lugares del planeta se continuaban luego, a lo largo de años y siglos. Con cruzamientos dirigidos según necesidades del hombre o las habilidades descubiertas en su reciente nuevo amigo. De esta forma simple y romántica fue que se pretendió explicar en un comienzo la variabilidad genética del perro, las más de 500 razas que existen, la ductilidad, la mansedumbre y el sometimiento. Aspectos que definen a este animal como el mejor amigo del humano.
Otra versión narra que el lobo fue el que se acerco al hombre y por conveniencia lo ayudaba a cazar, potenciando las acciones de ambos. El hombre comenzó a notar que esa presencia de los lobos le convenía y lo asocio a sus cacerías recompensando a los lobos con los restos de comida de lo que se obtenía de la caza. Fue así como se selló un trato perfecto en el cual el lobo ayudaba a cazar al humano y se compartían el botín. Hasta acá parecería que el hombre actuaba por obra de la casualidad y de la observación y que el animal aceptaba. Pero fue bastante más complejo.
Un matrimonio de biólogos nacidos en Norteamérica, Lorna y Raymond Coppinger, plantearon una vuelta de tuerca muy interesante e inteligente. Según esta pareja, el lobo se acercó al hombre tentado por los restos de alimento que este dejaba, producto de su cacería. En ese acercamiento, la población de lobos se dividía en dos grupos; uno conformado por los integrantes de la manada más valientes y mansos al mismo tiempo. Que se acercaban sueltos, tranquilos y en forma pacífica al hombre con el fin de alimentarse de restos. Y en segundo lugar otro grupo más tímido y reticente que mantenía una distancia más notable con los humanos.
El hombre ejerció sobre el grupo de lobos con el que más contacto tenía una selección dirigida según lo que le interesaba lograr. Con el paso del tiempo, este procedimiento reiterado fue determinando características específicas en las crías, que a futuro serían las que acentuaban las bases propias y distintivas de las razas caninas.
Según los Coppinger, ocurrió primero una selección espontánea de los lobos, que se dividieron naturalmente en dos grupos: por un lado los valientes que se acercaban a los humanos y por el otro los más tímidos que mantenían distancia con él. Sobre el primer grupo, los que eran más próximos al hombre, el ser humano actuó seleccionando y criando a muchos de ellos. El segundo grupo se mantuvo siempre como salvaje.
Fue así que se origina el primer contacto del hombre con el perro y es así también que con el correr de los años fueron surgiendo las diversas razas de perros según los gustos y necesidades humanas.
Hasta acá podemos comprender como fue el circuito que permitió dar origen a los perros, pero aun no quedaba claro como desde el lobo, de colores puros y miméticos con el ambiente y de orejas erectas, se lograba pasar a un animal de tamaños diversos, de colores tan variados, de voces distintas (el lobo no ladra aunque se ha comprobado que puede aprender a hacerlo), de orejas dobladas y péndulas.
Todo esto derivó en un animal de características especiales cada vez más alejadas del lobo. La respuesta a todos los interrogantes que mencionamos la terminarían dando los rusos en plena Guerra Fría complementando la teoría norteamericana. Dimitri Beliáyev y su esposa (la «Belayeva) trabajaban en un criadero de zorros donde obviamente los pelajes eran todos uniformes con una mayoría de animales ariscos. Sin embargo, observaron que había un grupo de animales más mansos, más cuidadosos, que se acercaban al ser humano sin miedo y sobre ellos trabajaron juntándolos por más de 10 años (40 generaciones). Cruzando animales mansos notaron que a esa mansedumbre se asociaban cambios estructurales y físicos como el color del pelo, la forma y posición de las orejas, la aptitud, el ciclo reproductivo, etc.
Ese estudio permite explicar el mismo fenómeno en los perros. Es decir, la mansedumbre, el inicio de la domesticación, involucraba también un nuevo zorro manso o un casi perro. Sobre estas bases se fundamenta hoy la explicación de como el hombre llegó al perro o mejor dicho como el lobo llegó al hombre y se termino convirtiendo en perro y en su mejor amigo. Sellando entre ambos un acuerdo en el que el hombre proponía alimentar a ese hermoso animal, compañero y fiel como si se tratase de un integrante más de su familia. A cambio el perro brindaba no solo compañerismo y fidelidad, sino también protección nocturna, ayuda en la caza u otros trabajos. Ese contrato fue firmado hace más o menos 30.000 años y al día de hoy continua vigente a pesar de todo.
Español 
English